"Taller de Escritura Creativa" del CEP Huelva - Isla Cristina. Impartido por Teresa Suárez.

miércoles, 15 de abril de 2015

El beso

Había visto la publicidad del Día internacional del beso en Facebook, y en lugar de regalarle una flor decidió escribirle un relato: no sentía su vida arruinada, ni mucho menos y podría volver a vivirla más veces porque el amor era para él la única razón de la existencia. Y el amor era ella, y desde su adolescencia le había dado gracias a Dios cada amanecer por haberla puesto en su vida, aunque luego la vida, que es un misterio, apenas le hubiesen proporcionado unos pocos momentos de sintonía.
Y ahora, cuando habían terminado el café y parecía que sus vidas estaban también en el poso como en un último sorbo, sucedió. Pero no como él había ensayado miles de veces ante el espejo a lo largo de tantos años, no. Ni siquiera se pareció a las mejores secuencias del mejor cine de amor. Fue todo mucho más fácil, tan natural como ellos mismos. Como un regalo caído del cielo para premiar toda una vida de férrea fidelidad contra todas las mareas.
Al salir del Casino se miraron con complicidad bajo el arcoiris que se apagaba con la misma parsimonia que sus andares de viejos mozos. Todo reducía tras el chaparrón de primavera anticipada y casi se podía saborear el olor a tierra mojada de los arriates. Entonces quiso el destino que ocurriera: ella lo tomó del brazo y lo hizo parar en seco bajo un naranjo. Lo miró con su sonrisa, zarandeó con su mano izquierda una de sus rama y pudieron besarse bajo una lluvia nueva de agua y azahar.

1 comentario:

  1. ¡Me encanta, Manolo!Y ese estilo tuyo tan delicado y poético más!Estoy deseando que lleguemos a la sesión de Poesía...

    ResponderEliminar