"Taller de Escritura Creativa" del CEP Huelva - Isla Cristina. Impartido por Teresa Suárez.

martes, 28 de abril de 2015

ESAS PEQUEÑAS COSAS



"La mente es caprichosa e injusta, así, olvidamos algunos asuntos y otros, no sabemos ni cómo ni porqué, vuelven a nuestra memoria cada vez que cerramos los ojos y los evocamos.

Mi memoria siempre ha sido frágil, así, que me acostumbré desde pequeña a jugar a recordar, y cuando algo llamaba mi atención y no quería que se me olvidara, ponía mis cinco sentidos en alerta máxima. Por ejemplo, si un día habia sido muy feliz, por la noche en mi cama, recordaba qué había comido ese día, qué vestido habia llevado puesto... y de esa manera guardaba para siempre ese instante efímero, que se convertía en pasado, nada más haberlo vivido.

La mayor parte de mi infancia y juventud la pasé en una casa grande y un poco destartalada típica de la Huelva de los años sesenta, cuando aún el boom inmobiliario estaba echando los dientes, y todavía no se había convertido en ese gran monstruo que terminó enguyendo a la mano que le daba de comer.

Si cierro los ojos, o aún con los ojos abiertos, soy capaz de recordar mi habitación de aquella casa, con la cama de níquel, que parecía de plata y yo la imaginaba como si fuera la carroza de una princesa. En esa cama pasé, debido a mi asma, muchos momentos entrañables y solitarios y a ella le debo mi afición a la lectura y a la escritura que todavía hoy, muchos años después sigo conservando.

Desde esa cama escuchaba a mi madre trajinar en la casa, a mi abuela pedirle los avíos para hacer el gazpacho, la radio con las voces graves de los locutores de entonces, los sonidos de la calle, apenas un coche en toda la mañana, el griterío de mis amigas a la salida del colegio, el canto del heladero, "helados chambri" que nos rompía el silencio de la siesta...

Muchas de las personas que compartieron conmigo esos momentos ya no forman parte del paisaje que rodea ahora mi vida, pero yo las traigo a mi memoria cada vez que cierro los ojos, o aún con los ojos abiertos."   
                                                                                                 Toñi Gavira

2 comentarios:

  1. Se respira ternura en tu relato, Toñi...estupendo!

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  2. Quién pudiera recordar poniendo los cinco sentidos... Puede que se trate de una cuestión de práctica. Bueno, nunca es tarde para empezar. Ojalá sirva también para olvidar.

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